Sueños, amor y reflexiones de Yolanda Bueno

martes, 21 de julio de 2015

LA APUESTA

Una vez, alguien a quien quiero mucho, hizo una apuesta conmigo, cual era el contenido de esta no tiene relevancia alguna para lo que a continuación voy a relatar, pero lo que si la tiene es que desde el primer momento yo sabia que él perdería la apuesta y yo la ganaría así que ante su terquedad de querer tener razón yo solo le conteste:

Yo - Guardare esta conversacion para un futuro, con tu permiso. Porque tengo serias dudas ante la rotundidad de tu afirmacion
El - Pues que no te quepa la menor duda, pero no hace falta que yo te  de permiso a ti para hacer lo que quieras.
Yo - Pues entonces, guardare esta conversacion para un futuro, sin tu permiso
El -Para cuando quieras

El tiempo paso para él y para mí y una tarde cualquiera de un mes cualquiera me atreví a preguntar por el resultado de nuestra apuesta, que yo sabia ganada de antemano:

Yo -Te gane la apuesta?
El -Si la ganaste
Yo -Pensare que pedirte
El -Pide, pide

Al día siguiente fui al cementerio a charlar un rato con mi abuela con la cual tuve una relación tan especial y tan estrecha en vida que a veces, tengo la necesidad de ir  a contarle mis pensamientos, mis sentimientos, las cosas que me pasan, aquello que me entristece, que me hace sonreír, mis ilusiones, mis sueños como hacia cuando estaba viva y siempre tenia oídos para escucharme y boca para darme consejos, me decía que era su nieta favorita porque tenia el mismo corazón que tienen algunas  fieras, salvaje y terco, pero noble.
 Esa mañana había un hombre sentado en la losa de una tumba cerca del nicho de mi abuela, y aunque el sol brillaba sus ojos fijos en la inscripción al pie de la losa parecían tan tristes, tan apagados que tuve miedo de robarle aquel momento de intimidad que parecía querer retener, y me acerqué tan despacio como  pude para no molestarlo, pero entonces aquel desconocido comenzo a hablar y al principio no sabia si sus preguntas se dirigían a mi o la persona que yacía bajo aquella sepultura, así que lo deje hablar, sin interrumpirlo, y sin siquiera atreverme a mirarlo:


Desconocido -¿Sabes una cosa?... Siempre he pensado que hacerse adulto implica saber renunciar a tus ilusiones.... o al menos eso es lo que me dijeron.... Ella, era mi ilusión, mi sueño y nunca se lo dije, no podía quererla porque las normas de esta sociedad me lo prohibian, así que la aleje de mi cuanto pude, la busque en otras pieles, en otras bocas pero cuantas mas pieles tocaba y mas bocas besaba, mas vacío me hacían sentir....  Un día, recibí la ultima noticia que hubiese querido que mis manos sostuviesen.... Ella había fallecido en un estúpido accidente de coche... Había perdido al amor de mi vida... Ahora las normas de la muerte me prohibian taxativamente comunicarle que la amaba de una forma desesperada... Y ¿Sabes otra cosa?... Ahora me doy cuenta de que ser adulto no es perder las ilusiones y los sueños sino tener la fuerza suficiente para luchar por ellos y desmenuzar al adulto en el que nos convertimos para aprender a volver a ser niños, esos niños a los que la imaginacion se nos comía a grandes bocados y saltábamos y corríamos y jugamos al escondite y nuestras risas y nuestros gestos eran sinceros y nuestras palabras cuan cachorros inexpertos querían atrapar la mariposa del tiempo que se escapaba de entre nuestras manos ingenuas e impacientes por querer ser adultos...





¿Sabes cuantas veces la rechace? Tantas, como me busco, y
puedo asegurarte, que lo hizo de todas las formas en que supo, pero yo fui un cobarde y jugué y la confundí de tal forma  que acabo creyendo que no la quería.! Que ironía del destino, y yo pensando que eso era ser adulto! y me suponía una persona tan responsable... Ahora sé que me equivocaba porque ella me amo en vida con todas las fuerzas de las que fue capaz, me pidió tantas veces que fuese sincero con ella y que si la amaba,nos diésemos al menos una oportunidad, pero yo nunca la escuche estaba demasiado ocupado siendo adulto, sepultando mis ilusiones, matando mis sueños mientras ella luchaba  por los dos.... Ahora, ella esta viva en el polvo muerto que pisan mis pies, y yo... yo estoy muerto en este cuerpo  que ya no encierra vida porque mientras pude elegir tenerla entre mis brazos, mientras pude elegir sostener sus besos en mi boca, mientras pude elegir retener el perfume de su cuerpo sobre el mio, mientras pude elegir recorrer los laberintos de su piel con mi saliba sabiendo que cruzando tan solo una de esas cien mil barreras que ella pulverizo con una carta donde me describía, como y cuanto la hacia sentir, elegí no contestarle, haciéndole pensar que me era indiferente y ella eligió no hacerme ni un solo reproche aun cuando yo le decía que  los sueños sueños son y que no me conocía lo suficiente para amarme... Acaso... ¿ Existe un tiempo determinado que diga cuanto debe conocer una persona a otra para reconocer que la quieres?... Que cruel fui escudándome tras la bandera de la madurez, siendo el rey de mis silencios, creyéndome esclavo de nada ni nadie, cuando ella era la mentira mas grande que me había dicho a mi mismo nunca, porque no podía evitar quererla en contra de todo y de todos y en mi empeño por demostrarme a mi mismo que solo era un capricho y que el tiempo me daría la razón, entonces,llego la muerte y con ese beso que tiene reservado para todos y cada uno de nosotros me la arrebato, y ahora mi pecho siempre esta frío,  porque cuando ella abandono esta vida se  llevo mi corazón con ella y la boca de mi alma solo espera poder encontrar  el camino hacia ese lugar donde ella habita porque tenemos pendiente una conversacion los dos..Ya no le tengo miedo a la vida porque ya estoy muerto ni a la muerte porque ella me devolvera la vida que no supe apreciar cuando todo lo tuve. Ojala hubiese sido esclavo de mis palabras porque estas me hubiesen hecho libre  y a día de hoy sé que nuestra historia, hubiese merecido la pena, porque ella no fue un cuento, ni un parrafo suelto ni unas frases desperdigadas, si no la historia de mi vida y yo la de la suya.

   Entonces se volvió hacia mi y mirándome de frente me dijo:

Desconocido -Tu, tienes sus mismos ojos, el brillo que a los suyos alimentaba


  Y dejando caer estas palabras por las mejillas de sus labios,se levanto con la sal del dolor aplastandole las costillas de una sonrisa inexistente se dio media vuelta y alejandose con paso apesadumbrado, suspiro de una forma tan triste que de mis ojos brotaron las lágrimas que de los suyos ya no podían manar, porque se habían secado.

Entonces... encendí la pantalla de mi móvil y buscando el perfil de la persona que había perdido la apuesta conmigo le escribí:

-Ya se lo que quiero pedirte por haber ganado la apuesta....QUE NO PIERDAS TUS ILUSIONES.... porque ellas serán el motor de tu corazón y la gasolina de tu alma...No lo olvides, no me olvides.